Trouvé 43 Résultats pour: Cadés

  • Luego se volvieron y llegaron hasta la fuente de Misfat, o sea Cadés, y arrasaron todo el país de los amalecitas y de los amorreos que vivían en Asasontamar. (Génesis 14, 7)

  • Por eso se llamó aquel pozo «el pozo de Lajay-Roi» y está entre Cadés y Bered. (Génesis 16, 14)

  • Abrahán se trasladó de allí al territorio del Negueb y se instaló entre Cadés y Sur; después fue a vivir un tiempo a Guerar. (Génesis 20, 1)

  • A su regreso se presentaron a Moisés, Aarón y a toda la comunidad de los israelitas, en Cadés, en el desierto de Parán. Dieron cuenta de su recorrido ante toda la comunidad y les mostraron los productos del país. (Números 13, 26)

  • Toda la comunidad de Israel llegó el primer mes al desierto de Sin. El pueblo se instaló en Cadés, allí murió y fue enterrada Miriam. (Números 20, 1)

  • Desde Cadés, Moisés mandó a decirle al rey de Edom: "Así habla tu hermano Israel. Tu sabes de todas las dificultades con que nos hemos topado. (Números 20, 14)

  • Entonces clamamos a Yavé y él escuchó nuestro clamor: envió a un ángel que nos sacó de Egipto. Ahora estamos en Cadés, el oasis que colinda con tu país. (Números 20, 16)

  • Partió de Cadés toda la comunidad de los Israelitas y llegaron al monte Hor. (Números 20, 22)

  • Recuerda que ustedes se rebelaron contra mis órdenes en el desierto de Zin, cuando la comunidad murmuró por el asunto del agua, y a ustedes les mandé que manifestaran mi santidad delante de ellos.» (Estas son las aguas de Meribá en Cadés en el desierto de Zin.) (Números 27, 14)

  • Así hicieron sus padres cuando los mandé de Cadés-Barné a explorar la tierra. (Números 32, 8)

  • Marchando de Asiongaber fueron a parar al desierto de Zin, es decir, en Cadés, (Números 33, 36)

  • y habiendo salido de Cadés acamparon en la falda de Hor del Monte en los últimos confines del país de Edom. (Números 33, 37)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina