Trouvé 217 Résultats pour: Gracias

  • Doy gracias a Dios, a quien sirvo con conciencia limpia como mis antepasados, cuando constantemente te recuerdo en mis oraciones noche y día. (2º Carta a Timoteo 1, 3)

  • Doy gracias sin cesar a mi Dios, al recordarte en mis oraciones, (Carta a Filemon 1, 4)

  • Además, prepárame alojamiento, pues, gracias a la oración de todos ustedes, espero serles devuelto. (Carta a Filemon 1, 22)

  • ¿Quiénes son esos que, después de haber oído, amargaron a Dios? Todos los que salieron de Egipto gracias a Moisés. (Carta a los Hebreos 3, 16)

  • De otro modo quedarían puros de una vez gracias a su culto; ya no se sentirían culpables de ningún pecado y dejarían de ofrecer sus sacrificios. (Carta a los Hebreos 10, 2)

  • Ellos, gracias a la fe, sometieron a otras naciones, impusieron la justicia, vieron realizarse promesas de Dios, cerraron bocas de leones, (Carta a los Hebreos 11, 33)

  • Gracias a él han creído en Dios que lo resucitó de entre los muertos y lo glorificó, precisamente con el fin de que pusieran su fe y su esperanza en Dios. (1º Carta de Pedro 1, 21)

  • Como niños recién nacidos, busquen la leche no adulterada de la Palabra; gracias a ella, crecerán y alcanzarán la plenitud. (1º Carta de Pedro 2, 2)

  • pero si sufre por ser cristiano, no tiene por qué avergonzarse, sino que más bien debe dar gracias a Dios por llevar ese nombre. (1º Carta de Pedro 4, 16)

  • Cada vez que los Seres Vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono y que vive por los siglos de los siglos, (Apocalipsis 4, 9)

  • diciendo: ¡Amén! Alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. (Apocalipsis 7, 12)

  • diciendo: Te damos gracias, Señor Dios, Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has empezado a reinar, valiéndote de tu poder invencible. (Apocalipsis 11, 17)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina