Trouvé 18 Résultats pour: preocupaciones

  • Cuando las preocupaciones me asediaban, tus consuelos me alegraban el alma. (Salmos 94, 19)

  • ¿Quién sabe si será sabio o insensato? Pero él sera quien recogerá el fruto de mis trabajos bajo el sol, en los que empeñé a la vez mi sabiduría y mis preocupaciones: ¡así es como todo se nos escapa! (Eclesiastés (Qohelet) 2, 19)

  • ¡Muy pésimo negocio es ese: todo se nos escapa! ¿Cómo gozará el hombre de todo aquello por lo cual ha trabajado bajo el sol, en medio de tantas fatigas y preocupaciones? (Eclesiastés (Qohelet) 2, 22)

  • Apasionarse por ella es la mejor de las ambiciones, el que trasnocha a causa de ella estará pronto sin preocupaciones. (Sabiduría 6, 15)

  • Por eso decidí tomarla como compañera de mi vida: sabía que me aconsejaría en los momentos felices y me sostendría en las preocupaciones y en las penas. (Sabiduría 8, 9)

  • Que sea como un verdadero trabajo, igual como el del labrador o sembrador; cultívala y aguarda sus frutos excelentes. El cultivarla te acarreará preocupaciones, pero pronto gozarás de sus frutos. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 19)

  • No te dejes llevar por la tristeza, ni dominar por tus preocupaciones. (Sirácides (Eclesiástico) 30, 21)

  • La envidia y la ira acortan la vida, las preocupaciones hacen envejecer antes de tiempo. (Sirácides (Eclesiástico) 30, 24)

  • Las vigilias que exige la riqueza hacen perder peso, las preocupaciones que trae consigo espantan el sueño. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 1)

  • Vigilias y preocupaciones impiden dormir, un grave problema quita el sueño. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 2)

  • ¿Cuál fue el pecado de tu hermana Sodoma? Era orgullosa, comía bien y vivía sin preocupaciones, ella y sus hijas no hicieron nada por el pobre y el desgraciado. (Ezequiel 16, 49)

  • La semilla que cayó entre cardos, es aquel que oye la Palabra, pero luego las preocupaciones de esta vida y los encantos de las riquezas ahogan esta palabra, y al final no produce fruto. (Evangelio según San Mateo 13, 22)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina