Trouvé 117 Résultats pour: sábado

  • El les dijo: «Esto es lo que tiene ordenado Yavé: Mañana es día sábado, un descanso sagrado que le es dedicado. Hagan hoy todo lo que tengan que hacer, cuezan lo que haya que cocer, hiervan lo que han de hervir y guarden lo que sobre para el día siguiente.» (Exodo 16, 23)

  • Acuérdense de que Yavé les ha dado el sábado, y por esto el día sexto les ha doblado la ración. Quédense cada uno en su casa y que nadie se mueva el día séptimo.» (Exodo 16, 29)

  • Acuérdate del día del Sábado, para santificarlo. (Exodo 20, 8)

  • Pues en seis días Yavé hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, y el séptimo día descansó. Por eso bendijo el Sábado y lo hizo sagrado. (Exodo 20, 11)

  • Guarden el sábado porque es sagrado para ustedes. El que lo profane morirá; el que trabaje en ese día será borrado de en medio de su pueblo. (Exodo 31, 14)

  • Seis días se trabajará, pero el día séptimo será un día de descanso completo consagrado a Yavé. El que trabaje el día sábado morirá. (Exodo 31, 15)

  • Los hijos de Israel observarán el sábado de generación en generación y lo celebrarán: éste ha de ser un compromiso perpetuo conmigo. (Exodo 31, 16)

  • El sábado será entre yo y los hijos de Israel una señal perpetua, pues Yavé hizo los cielos y la tierra en seis días, y el séptimo descansó y respiró. (Exodo 31, 17)

  • En ninguna de sus casas encenderán fuego el día sábado.» (Exodo 35, 3)

  • Será para ustedes un sábado muy solemne en el que ayunarán. Esta es una ley perpetua. (Levítico 16, 31)

  • Habrá seis días trabajados, y el séptimo día será sábado de descanso con una asamblea santa: no se hará ningún trabajo. El sábado será para Yavé en todos los lugares donde vivan. (Levítico 23, 3)

  • y el sacerdote la mecerá ante Yavé para que a ustedes los bendiga. El gesto de mecerla se hará el día después del sábado. (Levítico 23, 11)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina