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  • Los levitas, en cambio, lo harán alrededor de la Morada del Testimonio, para que la ira del Señor no se desate contra la comunidad de los israelitas. Ellos estarán encargados de custodiar la Morada del Testimonio. (Números 1, 53)

  • Los gersonitas harán su trabajo bajo las órdenes de Aarón y de sus hijos, tanto lo que se refiere al transporte cuanto al servicio: ustedes los harán responsables del cuidado de toda su carga. (Números 4, 27)

  • Pero lo harán en el segundo mes, el día catorce, a la hora del crepúsculo. Comerán la víctima pascual con pan sin levadura y con hierbas amargas, (Números 9, 11)

  • y al segundo toque de trompeta, realizado de la misma manera, lo harán las divisiones acampadas al sur. Así, el toque de trompetas acompañado de una aclamación, los hará avanzar, (Números 10, 6)

  • Di además a los israelitas: Si un hombre muere sin tener un hijo varón, ustedes harán que su herencia pase a su hija; (Números 27, 8)

  • Josué deberá presentarse al sacerdote Eleazar, que consultará para él las decisiones del Urím, delante del Señor. Él y toda la comunidad de los israelitas harán todo conforme a estas decisiones". (Números 27, 21)

  • El primer día habrá una asamblea litúrgica y no harán trabajos de ninguna clase. (Números 28, 18)

  • Harán todo esto, además del holocausto matutino, que se ofrece como holocausto perpetuo. (Números 28, 23)

  • Así lo harán cada uno de esos siete días. Es una ofrenda de alimentos, que se quema con aroma agradable al Señor, y se añade al holocausto perpetuo y a su oblación. (Números 28, 24)

  • El séptimo día habrá otra asamblea litúrgica, y no harán trabajos de ninguna clase. (Números 28, 25)

  • El día de las primicias -cuando ofrezcan al Señor, en la fiesta de las Semanas, una oblación de frutos recién madurados- tendrán una asamblea litúrgica y no harán trabajos de ninguna clase. (Números 28, 26)

  • Harán todo esto con sus correspondientes libaciones, además del holocausto perpetuo y su oblación. (Números 28, 31)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina