Trouvé 2020 Résultats pour: tierra

  • Toda la tierra de Egipto sintió también hambre, y el pueblo clamó a Faraón pidiendo pan. Y dijo Faraón a todo Egipto: «Id a José: haced lo que él os diga.» (Génesis 41, 55)

  • - El hambre cundió par toda la haz de la tierra. - Entonces José sacó todas las existencias y abasteció de grano a Egipto. Arreciaba el hambre en Egipto; (Génesis 41, 56)

  • de todos los países venían también a Egipto para proveerse comprando grano a José, porque el hambre cundía por toda la tierra. (Génesis 41, 57)

  • José era el que regía en todo el país, y él mismo en persona era el que distribuía grano a todo el mundo. Llegaron los hermanos de José y se inclinaron rostro en tierra. (Génesis 42, 6)

  • El hambre seguía abrumando la tierra. (Génesis 43, 1)

  • Ellos se dieron prisa en bajar sus talegas a tierra y fueron abriendo cada cual la suya; (Génesis 44, 11)

  • Judá y sus hermanos entraron a casa de José, que todavía estaba allí, y cayeron rostro en tierra. (Génesis 44, 14)

  • Porque con éste van dos años de hambre por la tierra, y aún quedan cinco años en que no habrá arada ni siega. (Génesis 45, 6)

  • Dios me ha enviado delante de vosotros para que podáis sobrevivir en la tierra y para salvaros la vida mediante una feliz liberación. (Génesis 45, 7)

  • Y dijeron a Faraón: «Hemos venido a residir en esta tierra, porque no hay pastos para los rebaños que tienen tus siervos, por ser grave el hambre en Canaán. Así pues, deja morar a tus siervos en el país de Gosen.» (Génesis 47, 4)

  • De este modo se apropió José todo el suelo de Egipto para Faraón, pues los egipcios vendieron cada uno su campo porque el hambre les apretaba, y la tierra vino a ser de Faraón. (Génesis 47, 20)

  • Dijo entonces José al pueblo: «He aquí que os he adquirido hoy para Faraón a vosotros y vuestras tierras. Ahí tenéis simiente: sembrad la tierra, (Génesis 47, 23)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina