Trouvé 54 Résultats pour: Escudo

  • Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: "No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande". (Génesis 15, 1)

  • ¡Dichoso tú, Israel! ¿Quién como tú, pueblo vencedor? Dios es el escudo que te protege, la espada en marcha que te conduce al triunfo. Te adularán tus enemigos para corromperte, pero tú aplastarás su orgullo". (Deuteronomio 33, 29)

  • Se preferían dioses extranjeros; la guerra llegaba ya a las puertas; apenas se veía un escudo o una lanza entre los cuarenta mil de Israel. (Jueces 5, 8)

  • ¡Montes de Gelboé!, no caiga sobre vosotros ni rocío ni lluvia, campos traidores; porque allí fue abatido el escudo de los héroes, el escudo de Saúl: no estaba ungido con óleo, (II Samuel 1, 21)

  • mi Dios, mi roca, donde yo me refugio, mi escudo protector, mi salvación, mi asilo. Tú me salvas de la violencia. (II Samuel 22, 3)

  • El camino de Dios es perfecto, la palabra del Señor se cumple siempre; escudo es de los que se refugian en él. (II Samuel 22, 31)

  • Tú me das el escudo victorioso y tu armadura me protege. (II Samuel 22, 36)

  • El rey Salomón hizo doscientos escudos de oro batido, empleando unos siete kilos de oro por escudo, (I Reyes 10, 16)

  • Por lo cual, esto dice el Señor acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni lanzará en ella una flecha, no le opondrá escudo, ni construirá contra ella terraplenes. (II Reyes 19, 32)

  • Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés, hombres guerreros, portadores del escudo y de la espada, diestros en el manejo del arco y hábiles en el arte de la guerra, en número de 44.760, aptos para las armas, (I Crónicas 5, 18)

  • También algunos gaditas se unieron a David cuando estaba en el refugio del desierto. Eran hombres valerosos, hombres guerreros, prontos al combate, hábiles en el manejo del escudo y de la lanza, semejantes a leones y ligeros como las gacelas de los montes. (I Crónicas 12, 9)

  • De la tribu de Judá, armados de escudo y lanza, 6.800 combatientes, equipados para la guerra; (I Crónicas 12, 25)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina