Trouvé 77 Résultats pour: Job

  • Cuando los israelitas lo supieron, cayeron sobre ellos, los derrotaron y los persiguieron hasta Joba. Acudieron también los de Jerusalén y los de la región montañosa, pues ya sabían lo sucedido en el campamento de sus enemigos. Los de Galaad y los de Galilea les propinaron una gran derrota hasta más allá de Damasco y su región. (Judit 15, 5)

  • Había en el país de Hus un hombre llamado Job, hombre perfecto, íntegro, temeroso de Dios y apartado del mal. (Job 1, 1)

  • Al terminar los días del convite, Job les mandaba llamar para purificarlos; al día siguiente, se levantaba de madrugada y ofrecía un holocausto por cada uno de ellos. Porque pensaba: "Acaso hayan pecado mis hijos y hayan maldecido a Dios en su corazón". Así procedía Job cada vez. (Job 1, 5)

  • Y el Señor dijo a Satán: "¿Has reparado en mi siervo Job? No hay nadie en la tierra como él, hombre recto, íntegro, temeroso de Dios y apartado del mal". (Job 1, 8)

  • Satán respondió: "¿Es que Job teme a Dios desinteresadamente? (Job 1, 9)

  • un mensajero llegó a casa de Job y le dijo: "Estaban los bueyes arando y las asnas pastando a su lado, cuando cayeron sobre ellos los sabeos y se los llevaron, (Job 1, 14)

  • Entonces Job se levantó, rasgó sus vestiduras y se rapó la cabeza. Luego cayó en tierra, adoró y dijo: (Job 1, 20)

  • En todo esto no pecó Job ni dijo nada insensato contra Dios. (Job 1, 22)

  • Y el Señor dijo a Satán: "¿Has reparado acaso en mi siervo Job? No hay nadie en la tierra como él, hombre recto, íntegro, temeroso de Dios y apartado del mal. Aún sigue firme en su entereza; en vano me has incitado contra él para arruinarlo". (Job 2, 3)

  • Satán salió de la presencia del Señor e hirió a Job con una llaga maligna desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza. (Job 2, 7)

  • Job, con un cascote de teja para rascarse, fue a sentarse sobre las cenizas. (Job 2, 8)

  • Pero él respondió: "Hablas como una mujer necia. Si se acepta de Dios el bien, ¿no se ha de aceptar el mal?". En todo esto no pecó Job con sus labios. (Job 2, 10)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina