Trouvé 37 Résultats pour: Maná

  • Voy a bajar a liberarlo de la mano de los egipcios, sacarlo de aquella tierra y llevarlo a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, a la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del fereceo, del heveo y del jebuseo. (Exodo 3, 8)

  • He determinado sacaros de la opresión de Egipto a la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del fereceo, del heveo y del jebuseo; tierra que mana leche y miel. (Exodo 3, 17)

  • Cuando el Señor te haya introducido en la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la que juró dar a tus padres, tierra que mana leche y miel, observarás este rito en este mismo mes. (Exodo 13, 5)

  • Los israelitas llamaron a este alimento maná. Era parecido a la semilla del cilantro, blanco, y su sabor como torta de miel. (Exodo 16, 31)

  • Moisés dijo a Aarón: "Toma un vaso, echa en él dos litros de maná y ponlo ante el Señor, a fin de conservarlo para nuestros descendientes". (Exodo 16, 33)

  • Los israelitas comieron el maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada. Lo comieron hasta que llegaron a los confines de la tierra de Canaán. (Exodo 16, 35)

  • sube a la tierra que mana leche y miel; pero yo no subiré en medio de ti, porque eres un pueblo de cabeza dura, y yo te aniquilaría por el camino". (Exodo 33, 3)

  • De nuevo os digo: Tomaréis posesión de su tierra, yo mismo os la doy en propiedad; es una tierra que mana leche y miel: yo, el Señor, Dios vuestro, que os he separado de las gentes. (Levítico 20, 24)

  • Ahora nos morimos de hambre y no vemos más que maná". (Números 11, 6)

  • El maná era parecido a la semilla del cilantro, y su color era como de bedelio. (Números 11, 7)

  • Cuando el rocío caía sobre el campo por la noche, caía también el maná. (Números 11, 9)

  • Ésta fue la información: "Fuimos a la tierra a la que nos enviasteis. En verdad mana leche y miel; ved sus frutos. (Números 13, 27)


“Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina