Trouvé 32 Résultats pour: Secretario

  • Sadoc, hijo de Ajitub, y Abiatar, hijo de Ajimélec, eran sacerdotes, y Seraya, secretario. Benayas, hijo de Yehoyadá, era jefe de los quereteos y peleteos. Los hijos de David eran sacerdotes. (II Samuel 8, 17)

  • Susa era secretario, y Sadoc y Abiatar, sacerdotes. (II Samuel 20, 25)

  • Cuando veían que en la caja había mucho dinero, el secretario real y el sumo sacerdote la vaciaban y contaban el dinero encontrado en el templo del Señor. (II Reyes 12, 11)

  • Llamaron al rey, y se presentaron Eliaquín, hijo de Jelcías, el mayordomo, Sebná, el secretario, y Yoaj, hijo de Asaf, el heraldo. (II Reyes 18, 18)

  • Entonces Eliaquín, hijo de Jelcías, el mayordomo, Sebná, el secretario, y Yoaj, hijo de Asaf, el heraldo, se presentaron ante Ezequías, rasgadas sus vestiduras, y le refirieron las palabras del copero mayor. (II Reyes 18, 37)

  • Y mandó a Eliaquín, el mayordomo, a Sebná, el secretario, y a los sacerdotes más ancianos, vestidos de saco, a decir al profeta Isaías, hijo de Amós: (II Reyes 19, 2)

  • El año dieciocho de su reinado, Josías envió al templo a su secretario Safán, hijo de Asalías y nieto de Mesulán. Le dijo: (II Reyes 22, 3)

  • Jelcías, el sumo sacerdote, dijo a Safán, el secretario: "He encontrado el libro de la ley en el templo del Señor". Jelcías dio el libro a Safán, quien lo leyó. (II Reyes 22, 8)

  • y ordenó al sacerdote Jelcías, a Ajicán, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Miqueas, a Safán, el secretario, y a Asaías, cortesano del rey: (II Reyes 22, 12)

  • al eunuco que tenía a su cargo a la gente de la guerra y a cinco hombres de los íntimos del rey que se encontraban en la ciudad, al secretario del general del ejército que alistaba a la gente del país y a sesenta hombres que había en la ciudad. (II Reyes 25, 19)

  • Sadoc, hijo de Ajitub, y Ajimelec, hijo de Abiatar, eran sacerdotes; Sesa era secretario; (I Crónicas 18, 16)

  • Cuando llegaba el momento de llevar el arca a la intendencia del rey, que estaba en manos de los levitas, si veían que contenía mucho dinero, el secretario real y el comisario del sumo sacerdote la vaciaban y la ponían de nuevo en su sitio. Así hicieron día tras día, llegando a reunir gran cantidad de dinero. (II Crónicas 24, 11)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina