Trouvé 103 Résultats pour: gritos

  • y se sentó enfrente, a la distancia de un tiro de arco, diciéndose: "No puedo ver morir al niño". Y se sentó enfrente. El niño se puso a llorar a gritos. (Génesis 21, 16)

  • Dios oyó los gritos del niño, y el ángel de Dios llamó desde el cielo a Agar y le dijo: "¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído los gritos del pequeño desde el lugar en que está. (Génesis 21, 17)

  • y él, al oír mis gritos, dejó su manto en mis manos y huyó". (Génesis 39, 15)

  • una llama que salía de la presencia del Señor consumió el holocausto y las grasas sobre el altar. Ante esta visión, todo el pueblo lanzó gritos de alegría y cayeron rostro en tierra. (Levítico 9, 24)

  • El pueblo llamó a gritos a Moisés, el cual intercedió por ellos ante el Señor y el fuego se apagó. (Números 11, 2)

  • Al oír sus gritos, todos los israelitas que se encontraban en los alrededores huyeron, pues decían: "No sea que la tierra nos trague también a nosotros". (Números 16, 34)

  • Cuando el ángel del Señor terminó de hablar, el pueblo se echó a llorar a gritos. (Jueces 2, 4)

  • Al oír los gritos de sus perseguidores, los de Dan se volvieron y preguntaron a Micá: "¿Qué te pasa para gritar así?". (Jueces 18, 23)

  • Cuando el arca de la alianza del Señor llegó al campamento, todo Israel la recibió con tales gritos que la tierra temblaba. (I Samuel 4, 5)

  • Oyeron los gritos los filisteos y preguntaron: "¿Qué significa este clamor tan grande en el campamento de los hebreos?". Y supieron que el arca del Señor había llegado al campamento. (I Samuel 4, 6)

  • Elí oyó el rumor de aquellos gritos, y preguntó: "¿Qué significa este ruido tumultuoso?". Y aquel hombre fue deprisa a informar a Elí. (I Samuel 4, 14)

  • David se levantó de madrugada, dejó las ovejas al cuidado de un pastor, tomó su carga y partió, como se lo había mandado Jesé. Llegó al campamento cuando el ejército salía para tomar posiciones, lanzando gritos de guerra. (I Samuel 17, 20)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina