Trouvé 44 Résultats pour: provincias

  • Ajab replicó: "¿Por medio de quién?". Y respondió: "Por medio de los asistentes de los jefes de las provincias". Él insistió: "¿Quién entablará el combate?". Y respondió: "Tú". (I Reyes 20, 14)

  • Ajab entonces pasó revista a los asistentes de los jefes de las provincias, y se contaron doscientos treinta y dos. Después de ellos revistó a toda la gente, todos los israelitas, que eran siete mil. (I Reyes 20, 15)

  • Salieron en primer lugar los asistentes de los jefes de las provincias. Ben Hadad envió a informarse y le dieron este parte: "Unos hombres han salido de Samaría". (I Reyes 20, 17)

  • Los asistentes de los jefes de las provincias salieron de la ciudad, seguidos por el ejército. (I Reyes 20, 19)

  • Investíguese en el libro de las memorias de tus padres; en ese libro comprobarás que esta ciudad es rebelde y funesta para los reyes y las provincias, y que en ella ya desde tiempos antiguos se han fomentado siempre insurrecciones. Por este motivo justamente fue destruida. (Esdras 4, 15)

  • A continuación se reseñan los jefes de las provincias que se establecieron en Jerusalén y en las ciudades de Judá. Los israelitas, sacerdotes, levitas, sirvientes del templo y los descendientes de los siervos de Salomón habitaban en sus ciudades, cada uno en su propiedad. (Nehemías 11, 3)

  • Era en tiempos del rey Asuero, el que reinó desde India hasta Etiopía sobre ciento veintisiete provincias. (Ester 1, 1)

  • dio un banquete a todos los príncipes, ministros y jefes del ejército persa y medo, a los nobles y gobernadores de las provincias. (Ester 1, 3)

  • Memucán, ante el rey y los príncipes, respondió: "La reina no ha ofendido solamente al rey, sino también a los príncipes y a los súbditos que viven en las provincias del rey. (Ester 1, 16)

  • escribió cartas a todas las provincias de su enorme imperio, a cada provincia en su escritura y a cada pueblo en su lengua, ordenando que en las casas mandaran los maridos. (Ester 1, 22)

  • Encargue el rey a hombres de confianza, en todas las provincias, que elijan las jóvenes vírgenes más bellas, para que se reúnan en la ciudad de Susa, en el harén, bajo la custodia de Hegué, eunuco del rey y guardián de las mujeres; que les hagan un tratamiento de belleza, (Ester 2, 3)

  • Dio después un espléndido banquete en honor de Ester a todos los príncipes y servidores. Concedió un día de fiesta a todas las provincias y repartió regalos con su esplendidez real. (Ester 2, 18)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina