Trouvé 11 Résultats pour: pude

  • Pero a la muerte de Salmanasar, a quien sucedió su hijo Senaquerib, se cerraron las comunicaciones, y yo no pude volver a Media. (Tobías 1, 15)

  • Entonces Ajicar intercedió por mí y pude volver a Nínive. Ajicar había sido el jefe de los coperos, custodio del sello real, administrador y contador con Senaquerib, rey de los asirios, y Asaradón le confirmó en sus cargos. Era mi sobrino. (Tobías 1, 22)

  • No me di cuenta de que en la pared había golondrinas y, estando con los ojos abiertos, las golondrinas dejaron caer sobre mis ojos sus excrementos calientes, causándome unas manchas blancas. Acudí a los médicos buscando curación; pero cuantos más ungüentos me aplicaban, menos veía, hasta que me quedé completamente ciego. Durante cuatro años no pude ver. Mis hermanos estaban afligidos. Ajicar se preocupó de mi alimento durante dos años, hasta que se marchó a Elimaida. (Tobías 2, 10)

  • después de haber pasado a cuchillo a tus criados. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia". (Job 1, 15)

  • Todavía estaba hablando, cuando llegó otro, que dijo: "Cayó del cielo el fuego de Dios, que abrasó las ovejas y los pastores, y los devoró. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia". (Job 1, 16)

  • Aún estaba éste hablando, cuando llegó otro, que dijo: "Los caldeos, divididos en tres cuadrillas, se lanzaron sobre los camellos y se los llevaron, después de haber pasado a cuchillo a tus criados. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia". (Job 1, 17)

  • se levantó un gran viento del lado del desierto, que sacudió las cuatro esquinas de la casa, y ésta se derrumbó sobre los jóvenes, que quedaron muertos. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia". (Job 1, 19)

  • Al decirme esto, el espíritu entró en mí, me hizo tenerme en pie y pude escuchar a aquel que me hablaba. (Ezequiel 2, 2)

  • Y pude oír lo que les dijo: "Recorred la ciudad detrás de él y herid. No se compadezcan vuestros ojos ni tengáis piedad. (Ezequiel 9, 5)

  • Hermanos, yo no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. (I Corintios 3, 1)

  • Cuando llegué a Macedonia tampoco pude estar tranquilo; encontré dificultades por todas partes; por fuera conflictos, por dentro temores. (II Corintios 7, 5)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina