1. Canto de peregrinación. Desde lo más profundo te invoco, Señor.

2. ¡Señor, oye mi voz! Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria.

3. Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir?

4. Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas temido.

5. Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra.

6. Mi alma espera al Señor, más que el centinela la aurora. Como el centinela espera la aurora,

7. espere Israel al Señor, porque en él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia:

8. él redimirá a Israel de todos sus pecados.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina