19. La gran ciudad se despedazó en tres partes, y las ciudades de las naciones se hundieron. Y Dios se acordó de Babilonia la grande, para darle el cáliz del vino de su ardiente ira.





“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina