Tito, 1

9. guardador fiel de la doctrina que se le enseñó, para que sea capaz de animar a otros y de refutar a los que contradicen.

Versets liés à Tito, 1:

Tito 1 aborda las cualidades necesarias para los líderes de la iglesia, incluidos los obispos y los ancianos. Pablo enfatiza la importancia de tener líderes que no tengan culpa en su comportamiento y enseñanza, y que pueden refutar a quienes enseñan doctrinas falsas. Además, destaca la necesidad de líderes que sean buenos administradores y que puedan liderar a sus familias. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Titus 1:

1 Timoteo 3:2: "Es necesario, por lo tanto, que el obispo sea sin culpa, esposo de una esposa, sobria, prudente, honesta, hospitalaria y capaz de enseñar". Este versículo se centra en las cualidades necesarias para ser un obispo, que incluye ser sin culpa, tener un buen comportamiento y poder enseñar.

1 Pedro 5:2: "Alimente a la bandada de Dios que está entre ustedes, no por vergüenza, sino espontáneamente, como Dios quiere; no por la codicia sórdida, sino de buena voluntad". Este versículo destaca la importancia de liderar el rebaño de Dios voluntariamente y con buenas intenciones en lugar de motivarse por la codicia.

1 Timothy 3:4-5: "Debe gobernar bien su propia casa, tener a sus hijos en sujeción, con el debido respeto, porque si alguien no puede gobernar su propia casa, ¿cómo se ocupará de la iglesia de Dios?" Este versículo enfatiza la importancia de que un líder tenga habilidades de liderazgo en su propia familia antes de liderar la iglesia.

Tito 2:7: "En todo te da, por ejemplo, buenas obras; en la doctrina muestra integridad, sobriedad". Este versículo habla sobre la importancia de tener integridad y sobriedad en la doctrina, así como para dar un buen ejemplo a través de buenas obras.

2 Timoteo 2:15: "Trate de presentarle a Dios aprobado, como un trabajador que no tiene que avergonzarse, lo que maneja bien la palabra de verdad". Este versículo destaca la importancia de manejar bien la Palabra de la Verdad y ser aprobado por Dios como un trabajador desvergonzado.