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  • Comió el Regalón y se sació, engordó Israel y dio coces, rechazó a Dios, que lo formó, despreció a su Roca, que lo salvó. (Deuteronomio 32, 15)

  • ¿Por qué este desprecio de mis sacrificios y mis dones, que yo mandé se ofrecieran en mi casa? ¿Por qué te has preocupado más de tus hijos que de mí, dejándolos que engordaran con lo mejor de todas las ofrendas de mi pueblo? (1 Samuel 2, 29)

  • Por eso Yavé, Dios de Israel, dice: Yo había prometido que tu familia y la familia de tu padre me servirían como sacerdotes para siempre. Pero ahora, lejos de mí tal cosa; porque a los que me honran, yo los honro, pero a los que me desprecian, yo los desprecio. (1 Samuel 2, 30)

  • Pero algunos malvados dijeron: «¡Qué nos va a salvar ése!» Y para demostrarle su desprecio, no le llevaron regalos. (1 Samuel 10, 27)

  • y cuando lo vio lo despreció porque era un jovencito. (1 Samuel 17, 42)

  • Uno de los muchachos de Nabal contó a Abigaíl, su esposa, cómo David había enviado mensajeros para saludar a su patrón y cómo éste los había tratado con desprecio. (1 Samuel 25, 14)

  • Cuando el Arca de Yavé entró en la ciudad de David, Micol, hija de Saúl, estaba mirando por la ventana. Vio al rey David saltando y danzando, en presencia de Yavé, y lo despreció en su corazón. (2 Samuel 6, 16)

  • Cuando el Arca de la Alianza de Yavé entró en la ciudad de David, Micol, hija de Saúl, estaba mirando por una ventana; vio al rey David que saltaba y lo despreció en su corazón. (1 Crónicas 15, 29)

  • ¡Escucha, Dios nuestro, porque somos despreciados! ¡Haz que caiga su insulto sobre su cabeza y entrégalos al desprecio en un país donde estén desterrados! (Nehemías 3, 36)

  • «Desprecio al desdichado», así juzga el satisfecho; «un golpe más a quien vacila». (Job 12, 5)

  • Extiende el desprecio sobre los nobles y a los fuertes se les caen sus armas. (Job 12, 21)

  • Enmudece los labios embusteros, que hablan insolencias contra el justo con orgullo y desprecio. (Salmos 31, 19)


“A meditação não é um meio para chegar a Deus, mas um fim. A finalidade da meditação é o amor a Deus e ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina