pronađen 56 Rezultati za: Josías

  • Y gritó contra el altar, por orden del Señor: "¡Altar! ¡Altar! A la casa de David le nacerá un hijo -su nombre será Josías- y él inmolará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y hará arder sobre ti huesos humanos". (I Reyes 13, 2)

  • Pero el pueblo del país mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y proclamó rey en lugar de él a su hijo Josías. (II Reyes 21, 24)

  • Lo sepultaron en su tumba, en el Jardín de Uzá. Su hijo Josías reinó en lugar de él. (II Reyes 21, 26)

  • Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén. Su madre se llamaba Iedidá, hija de Adaías, y era de Boscat. (II Reyes 22, 1)

  • El año decimoctavo de su reinado, el rey Josías envió al secretario Safán, hijo de Asalías, hijo de Mesulám, a la Casa del Señor, con este encargo: (II Reyes 22, 3)

  • Josías derribó también el altar que estaba en Betel, el lugar alto que había edificado Jeroboám, hijo de Nebat, el que hizo pecar a Israel; derribó este altar y su lugar alto, quemó el lugar alto, lo redujo a polvo, y quemó el poste sagrado. (II Reyes 23, 15)

  • Al darse vuelta, Josías divisó las tumbas que había allí, sobre la montaña; mandó recoger los huesos de esas tumbas y los quemó sobre el altar: así lo profanó, conforme a la palabra del Señor que había proclamado el hombre de Dios, mientras Jeroboám estaba de pie junto al altar, durante la fiesta. Al darse vuelta, Josías levantó los ojos y vio la tumba del hombre de Dios que había proclamado estas cosas, (II Reyes 23, 16)

  • Josías hizo desaparecer también todas las casas de los lugares altos que se encontraban en las ciudades de Samaría, y que habían hecho los reyes de Israel para provocar la indignación del Señor: hizo con ellas lo mismo que había hecho en Betel. (II Reyes 23, 19)

  • Fue en el año decimoctavo del rey Josías cuando se celebró esta Pascua en honor del Señor, en Jerusalén. (II Reyes 23, 23)

  • Josías eliminó también a los nigromantes, los adivinos, los ídolos familiares, los fetiches y todas las monstruosidades que se veían en el país de Judá y en Jerusalén, para cumplir las palabras de la Ley, escritas en el libro que el sacerdote Jilquías encontró en la Casa del Señor. (II Reyes 23, 24)

  • Antes de Josías no hubo otro rey como él, que se convirtiera al Señor con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas, conforme a toda la Ley de Moisés. Y después de él no surgió otro igual. (II Reyes 23, 25)

  • El resto de los hechos de Josías y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (II Reyes 23, 28)


“Quanto mais se caminha na vida espiritual, mais se sente a paz que se apossa de nós.” São Padre Pio de Pietrelcina