pronađen 18 Rezultati za: Nabal

  • Su nombre era Nabal, del clan de Caleb, y su mujer se llamaba Abigail. La mujer era inteligente y atractiva, pero él era rudo y de mal carácter. (I Samuel 25, 3)

  • David oyó en el desierto que Nabal estaba esquilando su rebaño, (I Samuel 25, 4)

  • y envió a diez jóvenes con este encargo: "Suban a Carmel, preséntense a Nabal, y salúdenlo de mi parte. (I Samuel 25, 5)

  • Los jóvenes fueron a decir a Nabal todas estas cosas de parte de David, y se quedaron esperando. (I Samuel 25, 9)

  • Pero Nabal respondió a los servidores de David: "¿Quién es David y quién es el hijo de Jesé? Hoy en día hay muchos esclavos que se evaden de su dueño. (I Samuel 25, 10)

  • Uno de sus servidores le avisó a Abigail, la esposa de Nabal: "Mira que David envió a unos emisarios desde el desierto, para saludar a nuestro patrón, y él se abalanzó sobre ellos. (I Samuel 25, 14)

  • Luego dijo a sus servidores: "Adelántense ustedes, y yo iré detrás". Pero no le avisó nada a su esposo Nabal. (I Samuel 25, 19)

  • Que mi señor no le haga caso a ese miserable de Nabal, porque su nombre dice lo que él es: él se llama Nabal, que significa "insensato", y la insensatez lo acompaña. Pero yo, tu servidora, no había visto a los jóvenes que había enviado mi señor. (I Samuel 25, 25)

  • Y ahora, ¡por la vida del Señor y por tu propia vida! es el mismo Señor el que te impide derramar sangre y hacerte justicia por tu mano. ¡Que tus enemigos y todos los que tratan de hacerte mal corran la misma suerte que Nabal! (I Samuel 25, 26)

  • ¡Por la vida del Señor, el Dios de Israel, que me ha impedido hacerte daño, si no te hubieras apresurado a venir a mi encuentro, juro que antes de brillar el alba no le habría quedado vivo a Nabal ni un solo hombre!". (I Samuel 25, 34)

  • Cuando Abigail llegó a su casa, Nabal estaba celebrando un regio banquete. Nabal desbordaba de alegría; y como estaba completamente borracho, ella no le dijo ni una sola palabra antes del alba. (I Samuel 25, 36)

  • Pero a la mañana, cuando a Nabal ya se le había pasado la embriaguez, su mujer lo puso al tanto de lo sucedido. Entonces él tuvo un ataque al corazón y quedó paralizado. (I Samuel 25, 37)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina