pronađen 48 Rezultati za: asno

  • Levantóse, pues, Abraham de madrugada, aparejó su asno y tomó consigo a dos mozos y a su hijo Isaac. Partió la leña del holocausto y se puso en marcha hacia el lugar que le había dicho Dios. (Génesis 22, 3)

  • Entonces dijo Abraham a sus mozos: «Quedaos aquí con el asno. Yo y el muchacho iremos hasta allí, haremos adoración y volveremos donde vosotros.» (Génesis 22, 5)

  • Tomó, pues, Moisés a su mujer y a su hijo y, montándolos sobre un asno, volvió a la tierra de Egipto. Tomó también Moisés el cayado de Dios en su mano. (Exodo 4, 20)

  • Todo primer nacido del asno lo rescatarás con un cordero; y si no lo rescatas lo desnucarás. Rescatarás también todo primogénito de entre tus hijos. (Exodo 13, 13)

  • No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.» (Exodo 20, 17)

  • Si un hombre deja abierto un pozo, o si cava un pozo y no lo tapa, y cae en él un buey o un asno, (Exodo 21, 33)

  • Si lo robado, sea buey, asno u oveja, fuere hallado vivo en su poder, restituirá el doble. (Exodo 22, 3)

  • En todo caso delictivo, ya se trate de buey, asno, oveja, ropa o de cualquier cosa desaparecida, de la que uno diga: «Es esto», la causa de ambos se llevará ante Dios; y aquel a quien Dios declare culpable, restituirá el doble a su prójimo. (Exodo 22, 8)

  • Si un hombre entrega a otro un asno, buey, oveja, o cualquier otro animal para su custodia, y éstos mueren o sufren daño o son robados sin que nadie lo vea, (Exodo 22, 9)

  • Si encuentras el buey de tu enemigo o su asno extraviado, se lo llevarás. (Exodo 23, 4)

  • Si ves caído bajo la carga el asno del que te aborrece, no rehúses tu ayuda. Acude a ayudarle. (Exodo 23, 5)

  • Seis días harás tus trabajos, y el séptimo descansarás, para que reposen tu buey y tu asno, y tengan un respiro el hijo de tu sierva y el forastero. (Exodo 23, 12)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina