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  • Cuando uno tenga en la piel de su carne tumor, erupción o mancha blancuzca brillante, y se forme en la piel de su carne como una llaga de lepra, será llevado al sacerdote Aarón o a uno de sus hijos, los sacerdotes. (Levítico 13, 2)

  • El sacerdote examinará la llaga en la piel de la carne; si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y la llaga parece más hundida que la piel de su carne, es llaga de lepra; cuando el sacerdote lo haya comprobado, le declarará impuro. (Levítico 13, 3)

  • Al séptimo día el sacerdote lo examinará, y si comprueba que la llaga se ha detenido, no se ha extendido por la piel, el sacerdote entonces lo recluirá otros siete días. (Levítico 13, 5)

  • Pasados estos siete días, el sacerdote lo examinará nuevamente: si ve que la llaga ha perdido su color y no se ha extendido en la piel, el sacerdote lo declarará puro; no se trata más que de una erupción. Lavará sus vestidos y quedará puro. (Levítico 13, 6)

  • Cuando en un hombre se manifieste una llaga como de lepra, será llevado al sacerdote. (Levítico 13, 9)

  • éste lo examinará, y si la lepra ha cubierto toda su carne, declarará puro al afectado por la llaga: se ha vuelto todo blanco; es puro. (Levítico 13, 13)

  • El sacerdote lo examinará, y al ver que la llaga se ha vuelto blanca, declarará puro al afectado por la enfermedad: es puro. (Levítico 13, 17)

  • El sacerdote lo examinará, y si la mancha parece más hundida que la piel y su pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro. Es llaga de lepra que se ha producido en el divieso. (Levítico 13, 20)

  • Cuando un hombre o una mujer tengan una llaga en la cabeza o en la barbilla, (Levítico 13, 29)

  • el sacerdote examinará la llaga, y si ésta aparece más hundida que la piel, y si hay en ella pelo amarillento y más ralo, el sacerdote lo declarará impuro; es tiña, o sea, lepra de la cabeza o de la barbilla. (Levítico 13, 30)

  • Mas si el sacerdote ve que la llaga de tiña no aparece más hundida que la piel, y que no hay en ella pelo amarillento, recluirá al afectado por la tiña durante siete días. (Levítico 13, 31)

  • Al séptimo, el sacerdote examinará el mal, y si no se ha extendido la tiña, ni hay en ella pelo amarillento, ni la llaga aparece más hundida que la piel, (Levítico 13, 32)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina