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Cuando ocurría todo esto no estaba yo en Jerusalén, porque el año treinta y dos de Artajerjes, rey de Babilonia, regresé a la corte. Al cabo de algún tiempo pedí de nuevo un permiso al rey (Nehemías 13, 6)
vete a Media con tus hijos, pues creo en la palabra que pronunció Nahún sobre Nínive en nombre de Dios. Todo llegará y sucederá sobre Asiria y Nínive. Todo lo que han anunciado los profetas de Israel, enviados de Dios, se verificará y ninguna de sus palabras fallará, sino que todo se cumplirá a su debido tiempo. Será más fácil salvarse en Media que en Asiria o Babilonia. Sé y creo que sucederá todo lo que ha dicho y que ninguna de sus palabras fallará: Nuestros hermanos que viven en Israel serán dispersados y llevados cautivos, e Israel será un desierto; desiertas quedarán Samaría y Jerusalén, y el templo de Dios será incendiado y quedará desolado por algún tiempo. (Tobías 14, 4)
uno de los numerosos cautivos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había deportado, desde Jerusalén, con Jeconías, rey de Judá. (Ester 2, 6)
uno de los numerosos cautivos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había deportado desde Jerusalén, con Jeconías, rey de Judá, (Ester 11, 4)
Entre los que me conocen citaré a Egipto y Babilonia, Filistea, Tiro y Etiopía: allí nacieron todos. (Salmos 87, 4)
Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos al acordarnos de Sión. (Salmos 137, 1)
Babilonia, devastadora, dichoso el que te devuelva el mal que nos hiciste; (Salmos 137, 8)
salieron armados contra él; tuvo que huir, alejándose con inmensa tristeza, para volver a Babilonia. (I Macabeos 6, 4)
y el que tuvo lugar en Babilonia en la batalla contra los gálatas, en la que lucharon ocho mil judíos y cuatro mil macedonios; y a pesar de que los macedonios no sabían qué hacer, los ocho mil judíos aniquilaron a ciento veinte mil enemigos con la ayuda que les vino del cielo, y consiguieron un gran botín. (II Macabeos 8, 20)
Oráculo contra Babilonia revelado a Isaías, hijo de Amós. (Isaías 13, 1)
Babilonia, la joya de los reinos, la perla, el orgullo de los caldeos, será destruida por Dios como Sodoma y Gomorra. (Isaías 13, 19)
pronunciarás esta sátira contra el rey de Babilonia: ¡Cómo ha acabado el tirano, en qué paró su arrogancia! (Isaías 14, 4)