pronađen 760 Rezultati za: Vida

  • "¡Que el Señor, el Dios de los espíritus que dan vida a todo ser viviente, establezca sobre esta comunidad un hombre (Números 27, 16)

  • Les dijo: "¿Por qué habéis dejado con vida a las mujeres? (Números 31, 15)

  • y dejad con vida a las jóvenes que no lo han conocido. (Números 31, 18)

  • No aceptaréis rescate por la vida de un homicida reo de muerte: debe morir. (Números 35, 31)

  • "Y ahora, Israel, escucha las leyes y prescripciones que te voy a enseñar y ponlas en práctica, para que tengáis vida y entréis a tomar posesión de la tierra que os da el Señor, el Dios de vuestros padres. (Deuteronomio 4, 1)

  • Recuerda el día que estabas en presencia del Señor, tu Dios, en el Horeb, cuando el Señor me dijo: Reúne al pueblo en torno mío para que yo le haga oír mis palabras y sepan temerme todos los días de su vida sobre la tierra, y enseñen a hacer otro tanto a sus hijos. (Deuteronomio 4, 10)

  • ¿Hay pueblo que haya oído la voz de su Dios hablar en medio del fuego, como la has oído tú, y quede todavía con vida? (Deuteronomio 4, 33)

  • donde pudiera encontrar refugio el homicida que hubiera matado involuntariamente a su prójimo sin haber existido enemistad previa entre ellos; refugiándose en una de estas ciudades, podrá salvar su vida: (Deuteronomio 4, 42)

  • para decirme: Hemos visto al Señor, nuestro Dios, su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz en medio del fuego. Hoy hemos comprobado que Dios puede hablar al hombre y quedar éste con vida. (Deuteronomio 5, 24)

  • Porque de todo ser viviente, ¿quién hay como nosotros que haya oído la voz del Dios vivo hablar de en medio del fuego y haya quedado con vida? (Deuteronomio 5, 26)

  • para que temas al Señor, tu Dios, tú y tus hijos y tus nietos, guardando todos los días de tu vida todas las leyes y mandamientos que yo te impongo hoy, y de esta manera viváis largos años. (Deuteronomio 6, 2)

  • Ten solamente buen cuidado de no comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no debes comer la vida con la carne. (Deuteronomio 12, 23)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina