17. Sea Dan una culebra junto al camino, una víbora junto al sendero, que pica al caballo en los jarretes y cae su jinete de espaldas.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina