II Corintios, 1

6. Si somos atribulados, lo somos para consuelo y salvación vuestra; si somos consolados, lo somos para el consuelo vuestro, que os hace soportar con patiencia los mismos sufrimientos que también nosotros soportamos.

Stihovi vezani uz II Corintios, 1:

El Capítulo 1 de 2 Corintios habla sobre la comodidad de Dios en medio de las aflicciones y tribulaciones que enfrentan los cristianos. Pablo alienta a los corintios a confiar en Dios en todo momento y compartir su propia experiencia de sufrimiento y comodidad divina. Él enfatiza que Dios es el Padre de las Mercies y el Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación para que podamos consolar a otros que también pasan por dificultades.

Salmo 46:1: "Dios es nuestro refugio y fortaleza, una buena ayuda en la angustia". Este versículo muestra que Dios es nuestro refugio y fortaleza, el mismo tema de 2 Corintios 1.

2 Corintios 7:6: "Pero Dios, que consuela a los sacrificados, nos consoló con la venida de Tito". Aquí Pablo refuerza que Dios es el que consuela a los que sufren, y Tito fue un instrumento utilizado por Dios para traer consuelo a Pablo y los corintios.

Isaías 49:13: "Exulting, Dios y se regocija, oh tierra, y tú, montañas, crujientes de alegría, porque el Señor ha consolado a su pueblo, y su afligido se simpatizará". Este versículo muestra que Dios es el que consuela a su pueblo en sus aflicciones y sufrimiento, tal como Pablo habla en 2 Corintios 1.

Salmo 34:18: "Cerca del Señor de aquellos que tienen un corazón roto y salvan el contrito del espíritu". Este versículo habla sobre cómo Dios está cerca de aquellos que tienen un corazón roto, que es un tema común en 2 Corintios 1.

2 Corintios 4:8-10: "En todo estamos preocupados pero no angustiados; perplejos pero no desanimados. Perseguido pero no indefenso; sacrificado pero no destruido; siempre trayendo el cuerpo para morir de Jesús, para que también puedan su vida su vida. se manifiesta en nuestro cuerpo ". Este tramo de 2 Corintios 4 habla sobre las dificultades que enfrentan los cristianos, pero que no los dejan desanimados, porque la vida de Jesús se manifiesta en sus cuerpos. Este tema se relaciona con el mensaje 2 Corinthian Comfort and Consolation 1.