2. Allí vio a la hija de un cananeo llamado Súa, la tomó por mujer y vivió con ella.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina