22. Cuando acabaron de beber los camellos, él sacó un anillo de oro de seis gramos y se lo puso a la joven en las narices. Luego tomó para sus brazos dos brazaletes de oro de unos sesenta gramos,.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina