25. por el Dios de tu padre, el que te ayuda, por el Dios Todopoderoso que te bendice: ¡bendiciones de los altos cielos! ¡bendiciones del abismo que yace abajo! ¡bendiciones de los pechos y los senos! ¡bendiciónes de tu campo y de tu establo!





“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina