1. Aquel año el generalísimo de Sargón, rey de Asiria, fue mandado a Azoto; la atacó y se apoderó de esta ciudad.

2. Entonces Yavé habló por medio de Isaías, hijo de Amós. Le había dicho: «Te colgarás este saco de la cintura y te sacarás las sandalias de tus pies.» Isaías lo hizo así y andaba sin ropa y descalzo.

3. Luego dijo Yavé: «Mi siervo Isaías anduvo sin ropa y descalzo durante tres años, y esto fue una señal y anuncio para Egipto y Etiopía.

4. De la misma manera conducirá el rey de Asur a los cautivos de Egipto y a los desterrados de Etiopía. Jóvenes o viejos, los llevará desnudos, sin zapatos y con las nalgas al aire.»

5. Entonces habrá susto y vergüenza para quienes confiaban en Etiopía y se sentían seguros por Egipto.

6. Los habitantes de estas costas temblarán y dirán: «¡Miren lo que le ha ocurrido a aquel en quien confiábamos, y a quien acudíamos en busca de protección, para vernos seguros y libres del rey de Asiria! Y ahora, ¿cómo nos vamos a salvar nosotros?»





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina