Talált 23 Eredmények: Amas

  • Y Dios le dijo: «Toma a tu hijo, al único que tienes y al que amas, Isaac, y vete a la región de Moriah. Allí me lo ofrecerás en holocausto, en un cerro que yo te indicaré.» (Génesis 22, 2)

  • Si obedeces puntualmente los mandamientos que te entrego hoy, si amas a Yavé, tu Dios, y me sirves con todo tu corazón y toda tu alma, (Deuteronomio 11, 13)

  • no hagas caso a las palabras de aquel profeta o soñador; porque Yavé, tu Dios, te prueba para saber si realmente lo amas con todo tu corazón y con toda tu alma. (Deuteronomio 13, 4)

  • Si tu hermano, hijo de tu padre, si tu hijo o tu hija, o la mujer que descansa en tu regazo o el amigo a quien amas tanto como a ti mismo, trata de seducirte en secreto, diciéndote: «Vamos a servir a otros dioses», dioses que no conociste ni tú ni tus padres, (Deuteronomio 13, 7)

  • La mujer de Sansón se puso a llorar echándose encima de él y le dijo: «No me quieres, ni me amas, has propuesto una adivinanza a los jóvenes de mi pueblo, y a mí no me la has explicado.» El le respondió: «No se la he explicado a mis padres ¿y te la explicaré a ti?» (Jueces 14, 16)

  • A la tercera vez Dalila le dijo: «Tú dices que me amas, pero tu corazón no está conmigo. Pues por tres veces te burlaste de mí y no me confiesas de dónde te viene tanta fuerza.» (Jueces 16, 15)

  • Pues, con tu actitud, muestras que amas al que te odia y que odias al que te ama. Hoy has mostrado lo poco que te importan tus oficiales y tus soldados, y bien se ve que estarías feliz si hubiéramos muerto todos nosotros y no Absalón. (2 Samuel 19, 7)

  • Bien sé, Dios mío, que tú pones a prueba los corazones y amas la rectitud de corazón. Tú sabes que todo te lo ofrecí espontáneamente y ahora veo con alegría que tu pueblo, que está aquí, te ofrece espontáneamente sus dones. (1 Crónicas 29, 17)

  • Amas lo justo y odias lo que es malo; por eso Dios, tu Dios, te dio a ti solo una unción con perfumes de alegría como no se la dio a tus compañeros. (Salmos 45, 8)

  • Amas el mal más que el bien, prefieres la mentira a la verdad. (Salmos 52, 5)

  • Libera ahora a los que tú amas, sálvanos con tu diestra y respóndenos. (Salmos 60, 7)

  • Acuérdate de mí, Señor, tú que amas a tu pueblo, que tu visita traiga tu salvación. (Salmos 106, 4)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina