Talált 352 Eredmények: Desierto

  • A su regreso se presentaron a Moisés, Aarón y a toda la comunidad de los israelitas, en Cadés, en el desierto de Parán. Dieron cuenta de su recorrido ante toda la comunidad y les mostraron los productos del país. (Números 13, 26)

  • Los israelitas se enojaron con Moisés y Aarón y toda la comunidad les dijo: "¿Por qué no morimos mejor en Egipto? ¿Por qué no morimos mejor en el desierto? (Números 14, 2)

  • Yavé no fue capaz de llevar a ese pueblo a la tierra que había jurado darles, por eso es que los mató en el desierto. (Números 14, 16)

  • que la desgracia caerá sobre esa gente. Porque vieron mi Gloria y mis maravillas, vieron lo que hice en Egipto y en el desierto, y a pesar de eso me tentaron más de diez veces y no me escucharon. (Números 14, 22)

  • Ahora, como los amalecitas y los cananeos ocupan el valle, den mañana media vuelta y partan para el desierto, camino del mar de los Juncos". (Números 14, 25)

  • Diles: Tan cierto como que Yavé es vivo que les voy a tomar la palabra, y así como ustedes acaban de decirlo a mis oídos, sus cadáveres caerán en este desierto. Ustedes se lo han ido toda la vida murmurando contra mí: pues bien, todos los que fueron censados de los veinte años para arriba, (Números 14, 28)

  • Los cadáveres de ustedes caerán en el desierto, (Números 14, 32)

  • y sus hijos serán nómades en el desierto durante cuarenta años. Cargarán con el peso de la infidelidad de ustedes hasta que el desierto haya acogido a la totalidad de sus cadáveres. (Números 14, 33)

  • Así es como trataré a esta comunidad malvada que se ha confabulado contra mí. Yo Yavé lo digo: en el desierto desaparecerán, allí morirán". (Números 14, 35)

  • Cuando los israelitas estaban en el desierto, vieron a un hombre recogiendo leña un día sábado. (Números 15, 32)

  • ¿Te parece poco habernos sacado de una tiera que manaba leche y miel para hacernos morir en este desierto? ¿Y tú quieres hacer de jefe? (Números 16, 13)

  • Toda la comunidad de Israel llegó el primer mes al desierto de Sin. El pueblo se instaló en Cadés, allí murió y fue enterrada Miriam. (Números 20, 1)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina