Talált 29 Eredmények: Levante

  • El que levante alguno de sus cadáveres tendrá que lavar sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 11, 25)

  • El que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la tarde. El que levante el cadáver de uno de ellos tendrá que lavar sus vestidos, y quedará impuro hasta la tarde. Estos animales son impuros para ustedes. (Levítico 11, 28)

  • El que coma de su cadáver deberá lavar sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde; el que levante un cadáver habrá de lavar sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 11, 40)

  • Cuando se levante el campamento, Aarón y sus hijos descolgarán la cortina y cubrirán con ella el Arca del Testimonio. (Números 4, 5)

  • Yavé hará que se levante para ti, de en medio de tus hermanos, un profeta como yo: a él habrán de escuchar. (Deuteronomio 18, 15)

  • Yo haré que se levante de en medio de sus hermanos un profeta, lo mismo que hice contigo. Yo pondré mis palabras en su boca y él les dirá todo lo que yo mande. (Deuteronomio 18, 18)

  • En Israel faltaban los líderes, hasta que me levanté yo, Débora, hasta que me desperté como madre de Israel. (Jueces 5, 7)

  • Cuando me levanté para dar de mamar a mi hijo, lo hallé muerto; pero fijándome en él por la mañana, vi que éste no era el mío.» (1 Reyes 3, 21)

  • «Yo te levanté del polvo y te puse como jefe de mi pueblo de Israel, pero tú has seguido el mal camino de Jeroboam y enseñaste a Israel a pecar y a molestarme con sus pecados. (1 Reyes 16, 2)

  • Luego me levanté de noche, acompañado de unos pocos hombres, sin decir a nadie lo que yo pensaba hacer en Jerusalén, según mi Dios me lo había inspirado. Llevando únicamente el caballo en que iba montado, salí de noche por la Puerta del Basural. (Nehemías 2, 12)

  • Tenían miedo, pero me levanté y dije a los notables, a los consejeros y al resto del pueblo: «Acuérdense del Señor, grande y formidable, y peleen por sus hermanos, hijos e hijas, por sus mujeres y sus casas.» (Nehemías 4, 8)

  • ¡Pero a mí, humillado y afligido, que me levante, oh Dios, tu ayuda! (Salmos 69, 30)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina