Talált 80 Eredmények: Montañas

  • Tomó, pues, todo lo que poseía, y emprendió la huida. Atravesó el río Eufrates y se dirigió a las montañas de Galaad. (Génesis 31, 21)

  • Pero los Amalecitas y los Cananeos bajaron de sus montañas, los derrotaron y los persiguieron hasta Jorma. (Números 14, 45)

  • Pues Yavé, tu Dios, es el que te introduce a esa tierra buena, tierra de arroyos y de vertientes, de aguas subterráneas que brotan en los valles y en las montañas, (Deuteronomio 8, 7)

  • tierra donde el pan que comas no será racionado y donde nada te faltará; tierra donde las piedras tienen hierro y de cuyas montañas extraerás el cobre. (Deuteronomio 8, 9)

  • a los reyes que ocupaban las montañas del norte, las estepas al sur de Quineret, la llanura y las alturas de Dor al occidente, (Josué 11, 2)

  • a los cananeos del este y del oeste, a los amorreos, heteos, fereceos y jebuseos de las montañas, también a los jeveos que vivían en las faldas del monte Hermón, en la región de Mizpá. (Josué 11, 3)

  • y todo el territorio de los habitantes de las montañas, desde el Líbano hasta Misrefat-Maím, los cuales son sidonios. Yo soy el que los derrotaré delante de los israelitas. Por lo tanto, procura que este país pase a ser parte de la herencia de Israel, tal como te lo he ordenado. (Josué 13, 6)

  • Entonces dijo Josué a la gente de José, a los hombres de Efraím y Manasés: «Ustedes son un pueblo numeroso y valiente; no tendrán esta sola parte sino que subirán a las montañas y las desmontarán y limpiarán. (Josué 17, 17)

  • Montañas de Gelboé, no caigan sobre ustedes ni rocío ni lluvia, y queden cerradas las vertientes profundas, pues allí fue tirado el escudo de los héroes. (2 Samuel 1, 21)

  • Entonces Miqueas dijo: «He visto a todo Israel disperso por las montañas, como rebaño sin pastor. Dice Yavé: Esa gente ya no tiene amo. Que cada uno vuelva a su casa en paz.» (1 Reyes 22, 17)

  • De ellos destinó setenta mil para el transporte de cargas, ochenta mil para las canteras en las montañas y tres mil seiscientos como capataces para hacer trabajar al pueblo. (2 Crónicas 2, 17)

  • Construyó torres en el desierto y excavó muchas cisternas, pues tenía numeroso ganado en la tierra baja, y en la llanura, así como labradores y viñadores en las montañas y en los campos fértiles, porque se interesaba por la agricultura. (2 Crónicas 26, 10)


“O homem sem Deus é um ser mutilado”. São Padre Pio de Pietrelcina