Talált 114 Eredmények: Tropas

  • Entonces el rey les sirvió una gran comida; comieron y bebieron. Luego los despidió para que volvieran donde su señor. A partir de ese día las tropas de Aram no volvieron más a invadir los territorios de Israel. (2 Reyes 6, 23)

  • Benadad, rey de Aram, reunió todas sus tropas y vino a sitiar Samaria. (2 Reyes 6, 24)

  • Las tropas caldeas persiguieron al rey, dándole alcance en los llanos de Jericó. Entonces todo su ejército se dispersó. (2 Reyes 25, 5)

  • y las tropas de la guardia caldea demolieron las murallas de la ciudad. (2 Reyes 25, 10)

  • Tenían el cargo según sus genealogías, de mantener tropas de guerra con hombres armados en número de treinta y seis mil; pues tenían muchas mujeres e hijos. (1 Crónicas 7, 4)

  • Todos los hombres de Israel, que estaban en el valle, vieron que las tropas de Israel se daban a la fuga y que Saúl y sus hijos habían muerto. Entonces abandonaron sus ciudades y huyeron; vinieron los filisteos y se establecieron en ellas. (1 Crónicas 10, 7)

  • Entonces el Espíritu estuvo sobre Amasías, jefe de los Treinta; dijo: «Tuyos somos, oh David, y contigo estamos, oh hijo de Jesé; paz, paz a ti; y paz a quienes te ayuden; ya que a ti te defiende tu Dios.» David los recibió y los hizo jefes de sus tropas. (1 Crónicas 12, 19)

  • Los filisteos, siguiendo su marcha, extendieron sus tropas por el valle de Rafaim. (1 Crónicas 14, 9)

  • Al ver los arameos que Israel los había vencido enviaron mensajeros a los arameos del otro lado del río para que vinieran a ayudarlos: Sofac jefe de las tropas de Hadadezer estaba a su frente. (1 Crónicas 19, 16)

  • Estos son los que descendían de Rafá de Gat, que murieron en manos de David y de sus tropas. (1 Crónicas 20, 8)

  • Después, habiendo conversado con el pueblo, dispuso a los cantores de Yavé y a los salmistas que marcharían al frente de las tropas vestidos de ornamentos sagrados: «Alaben a Yavé porque es eterno su amor.» (2 Crónicas 20, 21)

  • Pero el sacerdote Joyadá dio la siguiente orden a los jefes de cien que estaban al frente de las tropas: «Háganla salir de las filas, y el que la siga sea pasado por espada.» Porque había dicho el sacerdote: «No la maten en la Casa de Yavé.» (2 Crónicas 23, 14)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina