Talált 135 Eredmények: cerros

  • y a los horitas en los cerros de Seir, hasta los Campos de Parán, que están cerca del desierto. (Génesis 14, 6)

  • ¿O quieres que los egipcios digan: "Yavé los ha sacado con mala intención, para matarlos en los cerros y suprimirlos de la tierra"? Aplaca tu ira y renuncia a castigar a tu pueblo. (Exodo 32, 12)

  • los cuales partieron, subieron a los cerros y llegaron hasta el Valle del Racimo, que recorrieron a pie. (Deuteronomio 1, 24)

  • Ustedes me respondieron: Hemos pecado contra Yavé, nuestro Dios. Iremos y combatiremos como él nos ha ordenado. Y tomaron cada uno sus armas y les pareció fácil escalar los cerros. (Deuteronomio 1, 41)

  • Yo se lo dije, pero ustedes no escucharon; desobedecieron la orden de Yavé y subieron a los cerros. (Deuteronomio 1, 43)

  • Entonces los amorreos, habitantes de aquellos cerros, les salieron al encuentro, los persiguieron como hacen las abejas y los acuchillaron desde Seir hasta Jorma. (Deuteronomio 1, 44)

  • Luego volvimos al desierto por el camino del Mar Rojo, como Yavé me había ordenado, y anduvimos largo tiempo rodeando los cerros de Seir. (Deuteronomio 2, 1)

  • Ustedes llevan mucho tiempo rodeando estos cerros; vayan hacia el norte. (Deuteronomio 2, 3)

  • no los ataquen, porque yo no les daré nada de su tierrra, ni siquiera donde poner el pie. Sepan que los cerros de Seír se los he dado en posesión a Esaú, (Deuteronomio 2, 5)

  • Pero, como Yavé, nuestro Dios nos había prohibido la tierra de los amonitas, no tocamos las ciudades de la pendiente del Yaboc ni las ciudades de los cerros. (Deuteronomio 2, 37)

  • Nos adueñamos, pues, en aquel tiempo de ese país. Yo di a las tribus de Rubén y de Gad la mitad de los cerros de Galaad con sus ciudades, desde Aroer, situada a la orilla del torrente de Arnón. (Deuteronomio 3, 12)

  • Déjame, por favor, pasar y ver esta espléndida tierra del otro lado del Jordán, aquellos espléndidos cerros y también el Líbano . (Deuteronomio 3, 25)


“A caridade é o metro com o qual o Senhor nos julgará.” São Padre Pio de Pietrelcina