Talált 191 Eredmények: llamado

  • De esta hermana de Tajfanés tuvo un hijo llamado Genubat, que Tajfanés crió en la casa de Faraón, de suerte que Genubat vivía en el palacio de Faraón con los hijos de éste. (1 Reyes 11, 20)

  • Uno, llamado Sedecías, hijo de Canana, se había hecho unos cuernos de hierro y decía: «Dice Yavé: Con estos cuernos herirás a Aram hasta matarlo.» (1 Reyes 22, 11)

  • Eliseo dijo a la mujer cuyo hijo había resucitado: «Levántate y vete con tu familia a vivir a otra parte, donde mejor te parezca, porque Yavé ha llamado el hambre y viene ya sobre el país para siete años.» (2 Reyes 8, 1)

  • Jehú salió para reunirse con los oficiales del rey. Ellos le dijeron: «¿Qué pasa? ¿Para qué te ha llamado ese loco?» Respondió Jehú: «Ustedes conocen a ese hombre y saben por qué vino.» (2 Reyes 9, 11)

  • Al frente de la sección del segundo mes estaba Doday, el ajonita, y tenía por ayudante a uno llamado Miclot. Su sección era de veinticuatro mil hombres. (1 Crónicas 27, 4)

  • Hizo una gran pileta de metal fundido, llamado el mar, de diez codos de borde a borde, enteramente redondo y de cinco codos de alto. Un cordón de treinta codos medía su contorno. (2 Crónicas 4, 2)

  • Había allí un profeta de Yavé, llamado Obred, que salió al encuentro del ejército que volvía a Samaria y les dijo: «Miren que Yavé, el Dios de sus padres, estaba irritado contra la gente de Judá y por esto los ha entregado en manos de ustedes. Pero ustedes los han matado con una crueldad increíble. (2 Crónicas 28, 9)

  • fueron sacados de allí por Ciro y entregados a un hombre llamado Sesbasar, al que nombró gobernador, (Esdras 5, 14)

  • y todos decidieron destruir a los que habían despreciado el llamado del rey. (Judit 2, 3)

  • Uno de los señores, llamado Memukán, pidió la palabra y dijo: «La reina Vasti no sólo ha ofendido al rey, sino también a nosotros, los grandes señores, y a todos tus súbditos en las provincias de tu imperio. (Ester 1, 16)

  • Llegaba allí al atardecer, y a la mañana siguiente era llevada a otra casa, donde estaban las concubinas del rey, que era dirigida por otro hombre castrado, llamado Saasgaz. Nunca más volvía a ver al rey, a no ser que éste deseara verla y la mandara llamar. (Ester 2, 14)

  • El año duodécimo del reinado de Asuero, en el mes de Nisán, Amán ordenó que se viera el Pur (es decir, que se sorteara) en qué mes y en qué día iba a exterminar a los judíos. Salió sorteado el duodécimo mes, llamado Adar. (Ester 3, 7)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina