Talált 82 Eredmények: muralla

  • José es el retoño de una vid frondosa, de una parra frondosa junto a la fuente: los sarmientos trepan sobre la muralla. (Génesis 49, 22)

  • Saúl intentó clavar a David en la pared con su lanza; pero éste se inclinó y la lanza, sin herirlo, fue a dar en la muralla. David huyó al instante y se puso a salvo. (1 Samuel 19, 10)

  • ¿No fue una mujer la que mató a Abimelec, hijo de Jerubaal, lanzán dole una piedra de molino desde lo alto de la muralla, en Tebés? ¿Por qué se han acercado a la muralla?» Entonces tú dirás: También murió tu servidor Urías, el heteo.» (2 Samuel 11, 21)

  • Fue entonces cuando sus arqueros nos dispararon desde lo alto de la muralla; algunos de los guardias del rey murieron y entre ellos, Urías, el heteo.» (2 Samuel 11, 24)

  • David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela que estaba apostado encima de la muralla vio que un hombre solo se acercaba corriendo. (2 Samuel 18, 24)

  • Llegaron y sitiaron Abel-Bet-Maaká, donde estaba Sebá. Levantaron un terraplén frente a la muralla de la ciudad y todo el ejército que seguía a Joab cavaba debajo de la muralla para hacerla caer. (2 Samuel 20, 15)

  • Salomón emparentó con Faraón, rey de Egipto. Tomó a su hija por esposa y la instaló en la Ciudad de David hasta que terminara de construir su casa, la Casa de Yavé y la muralla en torno a Jerusalén. (1 Reyes 3, 1)

  • Ahora viene lo referente al trabajo obligatorio que el rey estableció para construir la Casa de Yavé, el palacio real, el terraplén, la muralla de Jerusalén, Jasor, Meguido y Gazer, (1 Reyes 9, 15)

  • Las cosas fueron así: Salomón estaba edificando la muralla en el punto más débil de la ciudad de su padre David, con hombres reclutados en todo el país. Entre ellos estaba Jeroboam, hombre fuerte y valeroso. (1 Reyes 11, 27)

  • El resto se refugió en la ciudad de Afec, pero la muralla se desplomó delante de los veintisiete mil hombres que quedaban. Ben-Hadad se refugió en el palacio, pasando de habitación en habitación. (1 Reyes 20, 30)

  • Entonces tomó a su hijo primogénito, que debía sucederle como rey, y lo sacrificó por el fuego sobre la muralla. Los israelitas fueron presa de gran susto; se retiraron de allí y volvieron a su país. (2 Reyes 3, 27)

  • Pasaba el rey de Israel por la muralla cuando una mujer le gritó: «Sálvame, mi señor rey.» (2 Reyes 6, 26)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina