Talált 114 Eredmények: tropas

  • Por aquel tiempo, Abimelec fue con Ficol, general de sus tropas, a hablar a Abrahán, y le dijo: «Dios está contigo en todo cuanto emprendes. (Génesis 21, 22)

  • Después de haber hecho el pacto en Bersebá, Abimelec y Ficol, general de sus tropas, volvieron al país de los filisteos. (Génesis 21, 32)

  • Moisés se enojó contra los jefes de las tropas, jefes de mil y jefes de cien que volvían del combate. (Números 31, 14)

  • Los jefes de las tropas de Israel que habían ido a la guerra, jefes de mil y de cien, se acercaron a Moisés (Números 31, 48)

  • Se juntaron, pues, y subieron los cinco reyes de los amorreos, el de Jerusalén, el de Hebrón, el de Jerimot, el de Laquis y el de Eglón, cada uno con sus tropas. Acamparon frente a Gabaón y la sitiaron. (Josué 10, 5)

  • Josué reunió a todo Israel y dijo a los capitanes de las tropas: «Acérquense y pongan sus pies sobre el cuello de esos reyes.» Se acercaron, pues, y pusieron sus pies sobre el cuello de los reyes. (Josué 10, 24)

  • Salieron con sus tropas, una muchedumbre tan numerosa como las arenas del mar, acompañados por gran cantidad de caballos y carros de combate. (Josué 11, 4)

  • Sísara tuvo que bajarse de su carro y huir, mientras Barac persiguió los carros y las tropas hasta Haroset. Todos fueron muertos, sin que nadie se salvara. (Jueces 4, 16)

  • Tus raíces, Efraím, están en Amalec; tu hermano Benjamín está tras de ti entre tus tropas. De Makir han bajado capitanes; de Zabulón, jefes llevando la vara de bronce. (Jueces 5, 14)

  • Gedeón se dirigió a la gente de Sucot y les dijo: «Aquí tienen a Zebaj y Salmuná, por quienes me hicieron burla diciendo: ¿Acaso has sujetado ya las manos de Zebaj y Salmuná para que demos pan a tus tropas hambrientas?» (Jueces 8, 15)

  • Abimelec se levantó de noche con todas las tropas de que disponía y se emboscaron frente a Siquem, repartidos en cuatro grupos. (Jueces 9, 34)

  • Allí se quedaron cuatro meses. Las tropas de Israel se volvieron contra los pueblos de Benjamín y los pasaron a cuchillo, tanto las poblaciones como el ganado y todo lo que había. Incendiaron también todas las ciudades que encontraron. (Jueces 20, 48)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina