Talált 241 Eredmények: Abraham

  • A la madrugada del día siguiente, Abraham regresó al lugar donde había estado en la presencia del Señor. (Génesis 19, 27)

  • Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la región baja, se acordó de Abraham, librando a Lot de la catástrofe con que arrasó las ciudades donde él había vivido. (Génesis 19, 29)

  • Desde allí, Abraham se trasladó a la zona del Négueb y se estableció entre Cades y Sur. Después fue a Guerar, para quedarse allí por un tiempo. (Génesis 20, 1)

  • Abraham decía de Sara, su esposa: "Es mi hermana". Entonces Abimélec, el rey de Guerar, mandó que le llevaran a Sara. (Génesis 20, 2)

  • Entonces Abimélec llamó a Abraham y le dijo: "¿Qué nos has hecho? ¿En qué te he ofendido, para que nos expusieras, a mí y a mi reino, a cometer un pecado tan grave? Tú has hecho conmigo lo que no se debe". (Génesis 20, 9)

  • Abraham respondió: "Yo pensaba que seguramente en este lugar no había temor de Dios, y que me matarían a causa de mi mujer. (Génesis 20, 11)

  • Abimélec tomó ovejas y vacas, esclavos y esclavas, y se los dio a Abraham; y también le devolvió a Sara, su esposa. (Génesis 20, 14)

  • Abraham intercedió delante de Dios, y Dios curó a Abimélec, a su mujer y a sus sirvientas, que volvieron a tener hijos. (Génesis 20, 17)

  • Porque Dios había hecho estéril el seno de todas las mujeres en la casa de Abimélec, a causa de Sara, la esposa de Abraham. (Génesis 20, 18)

  • En el momento anunciado por Dios, Sara concibió y dio un hijo a Abraham, que ya era anciano. (Génesis 21, 2)

  • Cuando nació el niño que le dio Sara, Abraham le puso el nombre de Isaac. (Génesis 21, 3)

  • Abraham circuncidó a su hijo Isaac a los ocho días, como Dios se lo había ordenado. (Génesis 21, 4)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina