Talált 18 Eredmények: Baales

  • Los israelitas hicieron lo que es malo a los ojos del Señor y sirvieron a los Baales. (Jueces 2, 11)

  • Los israelitas hicieron lo que es malo a los ojos del Señor: se olvidaron del Señor, su Dios, y sirvieron a los Baales y a las Aserás. (Jueces 3, 7)

  • Después de la muerte de Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse ante los Baales y tomaron como dios a Baal Berit. (Jueces 8, 33)

  • Los israelitas volvieron a hacer lo que es malo a los ojos del Señor, sirviendo a los Baales y a las Astartés, a los dioses de Arám, de Sidón y de Moab, y a los dioses de los amonitas y de los filisteos. Así abandonaron al Señor y dejaron de servirlo. (Jueces 10, 6)

  • Entonces los israelitas clamaron al Señor, diciendo: "Hemos pecado contra ti, nuestro Dios, porque te hemos abandonado para servir a los Baales". (Jueces 10, 10)

  • Los israelitas retiraron a los Baales y las Astartés, y sirvieron sólo al Señor. (I Samuel 7, 4)

  • Ellos clamaron al Señor, diciendo: ‘Hemos pecado, porque abandonamos al Señor y servimos a los Baales y a las Astartés. ¡Líbranos ahora de las manos de nuestros enemigos, y te serviremos!’. (I Samuel 12, 10)

  • Elías respondió: "No soy yo el que traigo la desgracia a Israel, sino tú y la casa de tu padre, porque han abandonado al Señor y te has ido detrás de los Baales. (I Reyes 18, 18)

  • El Señor estuvo con Josafat, porque él siguió los caminos que su padre había seguido al comienzo, y no buscó a los Baales, (II Crónicas 17, 3)

  • Porque Atalía, la impiedad en persona, y sus secuaces han dejado deteriorar la Casa de Dios, y han destinado al culto de los Baales las ofrendas consagradas a la Casa del Señor". (II Crónicas 24, 7)

  • Siguió los caminos de los reyes de Israel, e incluso hizo ídolos de metal fundido para los Baales. (II Crónicas 28, 2)

  • Reedificó los lugares altos que había derribado su padre Ezequías; erigió altares a los Baales, hizo postes sagrados, y se postró delante de todo el Ejército de los cielos y lo sirvió. (II Crónicas 33, 3)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina