Talált 42 Eredmények: Dices

  • "Está bien, dijo Labán, que sea como tú dices". (Génesis 30, 34)

  • Cuando vaya a descansar junto con mis padres, sácame de Egipto y entiérrame en su sepulcro". José respondió: "Haré lo que dices". (Génesis 47, 30)

  • Moisés dijo entonces: "El pueblo que me rodea está formado por seiscientos mil hombres de a pie, ¿y tú dices que le darás carne para comer un mes entero? (Números 11, 21)

  • Cuando entres en el país que el Señor, tu Dios, te dará, cuando lo tomes en posesión y vivas en él, si alguna vez dices: "Voy a poner un rey para que me gobierne, como todas las naciones que están a mi alrededor", (Deuteronomio 17, 14)

  • En cambio, si vuelves a la ciudad y le dices a Absalón: ‘Rey, yo seré tu servidor; antes servía a tu padre pero ahora te serviré a ti’, entonces podrás desbaratar en beneficio mío los planes de Ajitófel. (II Samuel 15, 34)

  • yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie como tú después de ti. (I Reyes 3, 12)

  • Y ahora tú dices: ‘Ve a decirle a tu señor que aquí está Elías’. (I Reyes 18, 11)

  • Y ahora tú me dices: ‘Ve a decirle a tu señor que aquí está Elías’. ¡Seguro que me matará!". (I Reyes 18, 14)

  • Tú dices: ‘He derrotado a Edóm’, y por eso tu corazón se ha engreído y se gloría. ¡Quédate ahora en tu casa! ¿Para qué comprometerte en una guerra desastrosa y sucumbir, tú y Judá contigo?". (II Crónicas 25, 19)

  • Ellos respondieron: "Restituiremos todo, sin reclamarles nada; haremos como tú dices". Entonces llamé a los sacerdotes e hice jurar a la gente que obrarían conforme a esta palabra. (Nehemías 5, 12)

  • Yo le mandé a decir: "No ha sucedido nada de lo que tú dices, sino que son puras invenciones tuyas". (Nehemías 6, 8)

  • Porque tú dices: "¿De qué me sirve, qué gano yo con no pecar?". (Job 35, 3)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina