Talált 13 Eredmények: Enviaste

  • Balaam le respondió: "Ya le había anticipado a los mensajeros que me enviaste: (Números 24, 12)

  • Salomón mandó a decir a Jirám, rey de Tiro: "Haz conmigo lo mismo que hiciste con mi padre David, cuando le enviaste maderas de cedro para que se construyera una casa donde habitar. (II Crónicas 2, 2)

  • Que te sirvan todas las criaturas, porque tú lo dijiste y fueron hechas, enviaste tu espíritu y él las formó, y nadie puede resistir a tu voz. (Judit 16, 14)

  • Él hizo su invocación con estas palabras: "Tú, gran Señor, enviaste a tú ángel a Ezequías, rey de Judá, y él exterminó a ciento ochenta y cinco mil hombres del ejército de Senaquerib. (II Macabeos 15, 22)

  • A causa de sus insensatos e injustos pensamientos, que los extraviaban hasta hacerles rendir culto a reptiles irracionales y a insectos despreciables, tú les enviaste como castigo una multitud de animales irracionales, (Sabiduría 11, 15)

  • Pero aun a ellos, por ser hombres, los trataste con indulgencia, y enviaste avispas como precursores de tu ejército, para que los exterminaran gradualmente. (Sabiduría 12, 8)

  • Entonces, como a niños que no razonan, les enviaste un castigo irrisorio. (Sabiduría 12, 25)

  • En lugar de esto, nutriste a tu pueblo con un alimento de ángeles, y sin que ellos se fatigaran, les enviaste desde el cielo un pan ya preparado, capaz de brindar todas las delicias y adaptado a todos los gustos. (Sabiduría 16, 20)

  • Pero cuando entraron y tomaron posesión de ella, no escucharon tu voz ni caminaron según tu Ley: no hicieron nada de lo que tú les habías mandado, y tú les enviaste toda esta desgracia. (Jeremías 32, 23)

  • porque les comuniqué las palabras que tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste. (Juan 17, 8)

  • Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. (Juan 17, 18)

  • Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. (Juan 17, 21)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina