Talált 68 Eredmények: Hebrón

  • Pero Sansón estuvo acostado sólo hasta la medianoche. Entonces se levantó, tomó las hojas de la Puerta de la ciudad y el marco que la sostenía, los arrancó con barrotes y todo, los cargó sobre sus espaldas, y los subió hasta la cima del monte que está frente a Hebrón. (Jueces 16, 3)

  • a los de Hebrón y a los de todos los lugares que David y sus hombres habían recorrido. (I Samuel 30, 31)

  • Después de esto, David consultó al Señor, diciendo: "¿Debo subir a una de las ciudades de Judá?". El Señor le respondió: "Sí, sube". David volvió a preguntar: "¿Adónde subiré?". "A Hebrón", le respondió el Señor. (II Samuel 2, 1)

  • Hizo subir también a los hombres que lo acompañaban, cada uno con su familia, y se establecieron en las ciudades de Hebrón. (II Samuel 2, 3)

  • David fue rey de Judá, en Hebrón, durante siete años y seis meses. (II Samuel 2, 11)

  • Joab y sus hombres se llevaron el cadáver de Asael y lo sepultaron en la tumba de su padre, que está en Belén. Después de caminar toda la noche, llegaron a Hebrón cuando despuntaba el día. (II Samuel 2, 32)

  • David tuvo varios hijos en Hebrón. El mayor fue Amnón, hijo de Ajinóam de Izreel; (II Samuel 3, 2)

  • y el sexto, Itreám, hijo de Eglá, esposa de David. Todos estos hijos le nacieron a David en Hebrón. (II Samuel 3, 5)

  • Abner habló también a los hombres de Benjamín, y luego fue a comunicarle personalmente a David, en Hebrón, lo que habían acordado Israel y toda la casa de Benjamín. (II Samuel 3, 19)

  • Abner, acompañado de veinte hombres, se presentó a David en Hebrón, y este les ofreció un banquete. (II Samuel 3, 20)

  • Poco después, los servidores de David llegaron con Joab de una incursión, trayendo un gran botín. Abner ya no estaba con David en Hebrón, porque este lo había despedido y él se había ido en paz. (II Samuel 3, 22)

  • Cuando Abner estuvo de vuelta en Hebrón, Joab lo llevó aparte a un lado de la entrada, como para hablar con él en privado, y allí lo hirió mortalmente en el bajo vientre, a causa de la sangre de su hermano Asael. (II Samuel 3, 27)


“Quando fizer o bem, esqueça. Se fizer o mal, pense no que fez e se arrependa.” São Padre Pio de Pietrelcina