Talált 12 Eredmények: Semei

  • Los nombres de los hijos de Gersón, por clanes, eran Ligní y Semei; (Números 3, 18)

  • El rey mandó llamar a Semei y le dijo: "Constrúyete una casa en Jerusalén y quédate allí, sin salir a ninguna parte. (I Reyes 2, 36)

  • Semei dijo al rey: "Muy bien. Tu servidor obrará conforme a lo que ha dicho mi señor el rey". Y Semei permaneció largo tiempo en Jerusalén. (I Reyes 2, 38)

  • Pero, al cabo de tres años, dos esclavos de Semei huyeron al reino de Aquís, hijo de Maacá, rey de Gat. Alguien le avisó a Semei: "Mira que tus esclavos están en Gat". (I Reyes 2, 39)

  • Entonces Semei se levantó, ensilló su asno y se fue a Gat, donde estaba Aquís, para buscar a sus esclavos; no hizo más que ir y traer de Gat a sus esclavos. (I Reyes 2, 40)

  • Cuando le avisaron a Salomón que Semei había ido de Jerusalén a Gat y que estaba de vuelta, (I Reyes 2, 41)

  • el rey mandó llamar a Semei y le dijo: "¿Acaso no te hice jurar por el Señor, advirtiéndote expresamente que apenas salieras y fueras a cualquier parte podrías estar seguro de que morirías sin remedio? Y tú me respondiste: Está bien, me doy por enterado. (I Reyes 2, 42)

  • Y el rey siguió diciendo a Semei: "Tú sabes bien, y tu corazón lo reconoce, todo el daño que hiciste a mi padre David. El Señor hará recaer tu maldad sobre tu cabeza, (I Reyes 2, 44)

  • Luego el rey dio una orden a Benaías, hijo de Iehoiadá, y este salió e hirió de muerte a Semei. Así la realeza quedó afirmada en manos de Salomón. (I Reyes 2, 46)

  • En la ciudadela de Susa había un judío llamado Mardoqueo, hijo de Jaír, hijo de Semei, hijo de Quis, un benjaminita (Ester 2, 5)

  • El segundo año de Artajerjes el Grande, el primer día del mes de Nisán, Mardoqueo, hijo de Jaír, hijo de Semei, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, tuvo un sueño. (Ester 11, 2)

  • la familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Semei por su lado, y sus mujeres por su lado; (Zacarías 12, 13)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina