Talált 74 Eredmények: bueyes

  • Poseo bueyes, asnos, ovejas, esclavos y esclavas. Mando a informar de esto a mi señor, con la esperanza de que me reciba amigablemente". (Génesis 32, 6)

  • la mano del Señor enviará una peste mortífera contra el ganado que está en los campos: contra los caballos, los asnos, los camellos, los bueyes y el ganado menor. (Exodo 9, 3)

  • Me harás un altar de tierra, y sobre él ofrecerás tus holocaustos y tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. Vendré y te bendeciré en cualquier lugar donde yo haga que se recuerde mi Nombre. (Exodo 20, 24)

  • a presentar sus ofrendas delante del Señor, a saber, seis carros de carga y doce bueyes, un carro cada dos jefes y un buey por cada uno. Al presentarlos ante la Morada, (Números 7, 3)

  • Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes y se los dio a los levitas: (Números 7, 6)

  • a los gersonitas les dio dos carros y cuatro bueyes, como lo exigían los servicios que ellos prestaban; (Números 7, 7)

  • y a los meraritas, cuatro carros y ocho bueyes, como lo exigían los servicios que ellos prestaban a las órdenes de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. (Números 7, 8)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Najsón, hijo de Aminadab. (Números 7, 17)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Natanael, hijo de Suar. (Números 7, 23)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Eliab, hijo de Jelón. (Números 7, 29)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeur. (Números 7, 35)

  • y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Selumiel, hijo de Surisadai. (Números 7, 41)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina