Talált 48 Eredmények: dejaron
Así el Señor los dispersó de aquel lugar, diseminándolos por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. (Génesis 11, 8)
lo mismo que la familia de José, sus hermanos y la familia de su padre. En la región de Gosen dejaron únicamente a los niños y el ganado. (Génesis 50, 8)
"¿Dónde está ese hombre?", preguntó él a sus hijas. "¿Por qué lo dejaron allí? Invítenlo a comer". (Exodo 2, 20)
pero otros no hicieron caso de esta amenaza y dejaron en el campo a sus esclavos y su ganado. (Exodo 9, 21)
Desde que dejaron el campamento, la nube del Señor estaba sobre ellos durante el día. (Números 10, 34)
¿Adónde iremos? Nuestros hermanos nos dejaron sin aliento, cuando nos dijeron: ‘Son gente más grande y más alta que nosotros; las ciudades son enormes y están provistas de murallas que se elevan hasta el cielo. Allí vimos también a los anaquitas’". (Deuteronomio 1, 28)
No hubo un solo hombre en Ai o en Betel que no saliera en persecución de Israel. Y cuando lo hicieron, dejaron abiertas las puertas de la ciudad. (Josué 8, 17)
El Señor los puso en manos de Israel, que los derrotó y los persiguió hasta Sidón -la Grande- y hasta Misrefort Maim; y por la parte oriental, hasta el valle de Mispá. La derrota que les infligió Israel fue tal que no dejaron ningún sobreviviente. (Josué 11, 8)
El botín de estas ciudades, incluido el ganado, se lo repartieron los israelitas; a las personas, en cambio, las pasaron al filo de la espada, hasta acabar con todos. No dejaron a nadie con vida. (Josué 11, 14)
Así los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés dejaron a los israelitas en Silo, en territorio de Canaán, para regresar a Galaad. Esta era la tierra de su propiedad, donde se habían establecido conforme a la orden que el Señor había dado por intermedio de Moisés. (Josué 22, 9)
Él les indicó el acceso a la ciudad, y ellos pasaron a sus habitantes al filo de la espada, pero dejaron ir a aquel hombre con toda su familia. (Jueces 1, 25)
y les dijo: "Síganme, porque el Señor les ha entregado a Moab, el enemigo de ustedes". Ellos lo siguieron, ocuparon los vados del Jordán que estaban en Moab, y no dejaron pasar a nadie. (Jueces 3, 28)