Talált 504 Eredmények: naciones

  • Por haber despojado a numerosas naciones, lo que resta de esos pueblos te despojará a ti, a causa de la sangre humana derramada y de la violencia contra el país, contra la ciudad y todos sus habitantes. (Habacuc 2, 8)

  • ¿No proviene del Señor de los ejércitos que sólo para el fuego se fatiguen los pueblos y las naciones se extenúen por nada? (Habacuc 2, 13)

  • Él se detiene, y hace vacilar la tierra, mira, y hace estremecer a las naciones. ¡Se desmoronan las montañas eternas, se hunden las colinas antiguas, sus caminos de siempre! (Habacuc 3, 6)

  • Con furia recorres la tierra, con ira pisoteas las naciones. (Habacuc 3, 12)

  • El Señor se mostrará terrible con ellos, cuando él reduzca a nada a todos los dioses de la tierra y se postren ante él, cada una en su lugar, hasta las naciones de las costas más lejanas. (Sofonías 2, 11)

  • Yo he arrasado naciones, sus almenas fueron destruidas; dejé desiertas sus calles, nadie las transita; sus ciudades fueron saqueadas, ¡no queda ni un hombre, ni un solo habitante! (Sofonías 3, 6)

  • Por eso, espérenme -oráculo del Señor- esperen el día en que yo me levantaré como testigo; porque yo he decidido reunir a las naciones y congregar a los reinos, para derramar sobre ellos mi indignación y todo el ardor de mi ira. Porque por el fuego de mis celos será devorada toda la tierra. (Sofonías 3, 8)

  • Haré estremecer a todas las naciones: entonces afluirán los tesoros de todas las naciones y llenaré de gloria esta Casa, dice el Señor de los ejércitos. (Ageo 2, 7)

  • derribaré el trono de los reinos y destruiré el poder de los reinos de las naciones; derribaré los carros y sus conductores, los caballos y sus jinetes caerán abatidos, cada uno bajo la espada de su hermano. (Ageo 2, 22)

  • y estoy violentamente irritado contra las naciones seguras de sí mismas; porque yo estaba un poco irritado, pero ellas agravaron la desgracia. (Zacarías 1, 15)

  • Yo pregunté: "¿Qué vienen a hacer estos?". Él me respondió: "Aquellos son los cuernos que dispersaron a Judá, a tal punto que nadie podía levantar la cabeza; pero estos han venido para aterrarlos, para derribar los cuernos de las naciones que atacaron al país de Judá, a fin de dispersarlo". (Zacarías 2, 4)

  • Porque así habla el Señor de los ejércitos a las naciones que los despojaron -ya que el que los toca a ustedes, toca la pupila de mis ojos-: (Zacarías 2, 12)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina