Talált 57 Eredmények: Juventud

  • Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada, y sin tener prole vuelve a la casa de su padre, podrá comer del pan de su padre, como en su juventud. Pero ningún laico comerá de él. (Levítico 22, 13)

  • Y si una mujer hace un voto a Yahveh, o adquiere un compromiso, en su juventud, cuando está en casa de su padre, (Números 30, 4)

  • Estos son los preceptos que Yahveh dio a Moisés acerca de las relaciones entre marido y mujer, y entre el padre y la hija que, durante su juventud, vive todavía en casa de su padre. (Números 30, 17)

  • En adelante, el rey marchara delante de vosotros. Cuanto a mí, he envejecido y encanecido, y mis hijos entre vosotros están. He andado delante de vosotros desde mi juventud hasta hoy. (I Samuel 12, 2)

  • Dijo Saúl a David: «No puedes ir contra ese filisteo para luchar con él, porque tú eres un niño y él es hombre de guerra desde su juventud.» (I Samuel 17, 33)

  • Ahora, pues, levántate, sal y habla al corazón de tus servidores, porque por Yahveh te juro que, si no sales, no quedará contigo esta noche ni un hombre, y esto sería para ti mayor calamidad que cuantas vinieron sobre ti desde tu juventud hasta hoy.» (II Samuel 19, 8)

  • Y sucederá que, cuando me aleje de ti, el espíritu de Yahveh te llevará no sé dónde, llegaré a avisar a Ajab, pero no te hallará y me matará. Sin embargo, tu siervo teme a Yahveh desde su juventud. (I Reyes 18, 12)

  • Pues escribes contra mí amargos fallos, me imputas las faltas de mi juventud; (Job 13, 26)

  • mueren en plena juventud, y su vida en la edad juvenil. (Job 36, 14)

  • Jet. De los pecados de mi juventud no te acuerdes, pero según tu amor, acuérdate de mí. por tu bondad, Yahveh. (Salmos 25, 7)

  • Pues tú eres mi esperanza, Señor, Yahveh, mi confianza desde mi juventud. (Salmos 71, 5)

  • ¡Oh Dios, desde mi juventud me has instruido, y yo he anunciado hasta hoy tus maravillas! (Salmos 71, 17)


“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina