Talált 131 Eredmények: Labios

  • o bien, uno pronuncia con los labios sin darse cuenta un juramento favorable o desfavorable, en cualquiera de las cosas que el hombre suele jurar y, al saberlo, se hace culpable de ello; (Levítico 5, 4)

  • Y si se casa cuando todavía está ligada por sus votos o por un compromiso que inconsideradamente contrajeron sus labios, (Números 30, 7)

  • Pero si el día en que se entera su marido, lo desaprueba, anula el voto que la obligaba y el compromiso que inconsideradamente contrajeron sus labios. Yahveh no se lo tendrá en cuenta. (Números 30, 9)

  • Pero si su marido se los anula el mismo día en que se entera, no será firme nada de lo que ha salido de sus labios, sea voto o compromiso. Yahveh no se lo tendrá en cuenta, porque su marido se los anuló. (Números 30, 13)

  • Pero lo que salga de tus labios lo mantendrás, y cumplirás el voto que has hecho voluntariamente a Yahveh tu Dios, lo que has dicho con tu propia boca. (Deuteronomio 23, 24)

  • No se aparte el libro de esta Ley de tus labios: medítalo día y noche; así procurarás obrar en todo conforme a lo que en él está escrito, y tendrás suerte y éxito en tus empresas. (Josué 1, 8)

  • Como ella prolongase su oración ante Yahveh, Elí observaba sus labios. (I Samuel 1, 12)

  • Ana oraba para sí; se movían sus labios, pero no se oía su voz, y Elí creyó que estaba ebria, (I Samuel 1, 13)

  • Te has pensado que meras palabras de los labios son consejo y bravura para la guerra. Pero ahora ¿en quién confías, que te has rebelado contra mí? (II Reyes 18, 20)

  • Hiere al esclavo con el jefe, y al jefe con su siervo, por la astucia de mis labios. Abate su soberbia por mano de mujer. (Judit 9, 10)

  • Pon en mis labios palabras armoniosas cuando esté en presencia del león; vuelve el odio de su corazón contra el que nos combate para ruina suya y de los que piensan como él. (Ester 14, 13)

  • Pero él le dijo: «Hablas como una estúpida cualquiera. Si aceptamos de Dios el bien, ¿no aceptaremos el mal?» En todo esto no pecó Job con sus labios. (Job 2, 10)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina