Talált 82 Eredmények: diestra

  • No le pongas junto a ti, no sea que se te revuelva y suplante tu puesto. No le sientes a tu diestra, no sea que tu asiento pretenda, y que al fin comprendas mis palabras, y te pese al recordar mis consejos. (Eclesiástico 12, 12)

  • Pues invocó al Señor Altísimo, que a su diestra dio vigor, para aniquilar a un potente guerrero, y realzar el cuerno de su pueblo. (Eclesiástico 47, 5)

  • Corta a diestra y queda con hambre, come a siniestra y no se sacia; cada uno se come la carne de su brazo. (Isaías 9, 19)

  • No temas, que contigo estoy yo; no receles, que yo soy tu Dios. Yo te he robustecido y te he ayudado, y te tengo asido con mi diestra justiciera. (Isaías 41, 10)

  • Porque yo, Yahveh tu Dios, te tengo asido por la diestra. Soy yo quien te digo: «No temas, yo te ayudo.» (Isaías 41, 13)

  • Así dice Yahveh a su Ungido Ciro, a quien he tomado de la diestra para someter ante él a las naciones y desceñir las cinturas de los reyes, para abrir ante él los batientes de modo que no queden cerradas las puertas. (Isaías 45, 1)

  • Sí, es mi mano la que fundamentó la tierra y mi diestra la que extendió los cielos. Yo los llamo y todos se presentan. (Isaías 48, 13)

  • Ha jurado Yahveh por su diestra y por su fuerte brazo: «No daré tu grano jamás por manjar a tus enemigos. No beberán hijos de extraños tu mosto por el que te fatigaste, (Isaías 62, 8)

  • Por mi vida - oráculo de Yahveh -, aunque fuese Konías, el hijo de Yoyaquim, rey de Judá, un sello en mi mano diestra, de allí te arrancaría. (Jeremías 22, 24)

  • Guímel. En el ardor de su cólera ha quebrado todo el vigor de Israel; ha echado atrás su diestra de frente al enemigo; ha prendido en Jacob como fuego llameante que devora a la redonda. (Lamentaciones 2, 3)

  • Dálet. Ha tensado su arco, igual que un enemigo, ha afirmado su diestra; como un adversario ha matado a todos los que eran encanto de los ojos; en la tienda de la hija de Sión ha vertido su furor como fuego. (Lamentaciones 2, 4)

  • Otro tiene en su diestra espada y hacha, pero no puede defenderse de la guerra ni de los ladrones. (Baruc 6, 13)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina